Introducción
Desde nuestro Centro de Acompañamiento Educativo entendemos que hablamos de alta capacidad, o de sobredotación intelectual, no como un mero conjunto de aprendizajes precoces, sino que en la casuística confluyen factores de índole neural que producen un desarrollo diferenciado del cerebro, con respecto a la media de edad del individuo, propiciando que la personalidad, y las operaciones cognitivas, incluyendo en ambas la creatividad se encuentren en un nivel de desarrollo no ordinario.
“No existe una capacidad única y uniforme de pensamiento, sino multitud de modos diferentes en los que las cosas específicas –observadas, recordadas, oídas o acerca de las cuales se ha leído- evocan sugerencias o ideas pertenecientes a un problema o cuestión y que hacen avanzar la mente hacia una conclusión justificable.”
— J. Dewey (1933/1989). Como pensamos (p.63). Barcelona. Paidós
“La superdotación y las altas capacidades sólo se pueden identificar mediante el Diagnóstico Clínico, que integra la evaluación psicopedagógica de los aspectos académicos y añade tanto el juicio clínico de las funciones cognoscitivas como el diagnóstico clínico de los factores emocionales y de su interacción con los cognitivos. También es necesario el Diagnóstico Clínico Diferencial de la Disincronía, que se da más frecuentemente cuantos más años están estos niños en el sistema educativo sometidos a la imposición de unos programas estandarizados, con unos estilos de aprendizaje y ritmos tan distintos, y con frecuencia opuestos, a los que necesitan. Esto les produce lo que se denomina Disincronía Escolar”.
Dr. Juan Luis Miranda Romero.
Médico Psiquiatra, Perito Judicial.
Muchos padres y profesores preguntan si se debe seguir enseñando, por el temor de que si se les enseña y se les proporciona más conocimientos, se vayan a aburrir o desmotivar más en los cursos posteriores. Desde luego no hay ninguna Pedagogía que aconseje que no se deba responder a un niño cuando pregunta. Está claro que ningún niño debe ser inhibido en su desarrollo ni aprendizaje, y el que aprenda más rápido no debe ser tomado como un problema. El niño no tiene problemas, ni es desadaptado, debe ser la forma de educación, en mayor o menor medida, la que se adecue a las necesidades de los niños. No hay que cambiar al niño, el niño no es el problema, y tiene derecho a recibir una educación acorde con su capacidad de aprendizaje; es importante así mismo tener en cuenta que hablamos de educación y que esta como tal es un proceso y no una acción puntual en la que dictamos una orden y está.
Para trabajar la disincronía emocional deben abordarase:
1.- Problemas con el idealismo (inteligencia interpersonal).
2.- Desarrollo de la inteligencia emocional.
3.- Egocentrismo.
4.- Desarrollo del sentido crítico y sarcasmo.
5.- Intolerancia a la frustración.
6.- Falta de planificación.
7.- Habilidades sociales.